UNA IMAGEN CLARA

Para poder alcanzar nuestros objetivos, la imagen de nuestra empreza debe estar claramente definida. Es necesario que proyectemos lo que somos, nuestras ofertas y nuestros intereses para alcanzar al mercado deseado y no perder tiempo en donde no podemos crecer.

Hacer negocios, es simplemente relacionarse con otras personas. No nacemos sabiendo cómo relacionarnos, esto es algo que aprendemos en el camino. Una etapa determinante en este sentido es la adolescencia, es en esas edades donde tenemos que definir quién somos y cuáles son nuestras metas para poder escoger bien a nuestros amigos.

Un negocio que está empezando debe pasar por el mismo proceso. Igual que cuando escogemos a nuestros amigos, en el trabajo escogemos a nuestros clientes, a nuestros proveedores y a nuestros colaboradores dependiendo de nuestros intereses.Si los objetivos de una empresa están claros, entonces es más fácil detectar a quién nos conviene tener cerca.

No hablo sólo de un interés materialista, no se trata sólo de recibir dinero; más bien, me refiero a que todos tenemos valores, visiones, proyectos y metas particulares; además tenemos métodos y formas muy personales de ofrecer nuestros servicios. Puede ser que haya algunos clientes y proveedores a los que les interesen las particularidades de nuestro negocio y otros empresarios a los que les desagrade nuestra forma de trabajo o simplemente no les funcione.

Las nuevas empresas aveces pasan por un proceso de ensayo y error para aprender a identificar quienes pueden verse beneficiados con nuestros servicios, y quienes pueden proveernos lo que nos funcione mejor.

Para que en ese proceso haya más éxitos que intentos fallidos, es importante que nuestra imagen esté clara, que la gente pueda ver con facilidad lo que hacemos, cómo lo hacemos y bajo cuáles términos. Un buen encuadre facilita el camino, la gente que escoja nuestros servicios tendrá una idea clara de qué esperar, qué deben aportar y cuáles son los límites.

Un cliente con expectativas claras tiene más probabilidades de llegar a ser un cliente satisfecho. Un cliente satisfecho es la mejor forma de mercadeo. Muchos clientes nos ayudan a sentir satisfacción en lo que hacemos.